Escribir

Desde que comencé a escribir con el fin de convertirme en escritora he llegado a pensar muchas cosas como, por ejemplo, el por qué iba a conseguir que publicaran algo que yo hubiese escrito en vez de lo que haya escrito otra persona. Nunca me he considerado buena escritora no porque escriba bien o mal ni por lo que llegue a comunicar lo que escribo, sino porque en el fondo, aunque no lo sintamos ni lo pensemos, todas las personas que escribimos con ese fin lo somos. Somos buenos escritores. ¿Por qué? Bueno, puede ser porque plasmamos nuestros pensamientos en un papel al igual que lo hace un pintor o un compositor, podemos estar mirando una hoja en blanco y que de pronto se nos venga una idea a la cabeza y empecemos a desarrollarla. Somos, en el fondo, como los fotógrafos, captamos momentos y sensaciones pero, en vez de en una fotografía, en una hoja de papel o en cualquier lado donde podamos escribir. No necesitamos concentrarnos, solo necesitas una hoja, un bolígrafo y un poco de imaginación para crear una obra o algo con el fin de que nos guste a nosotros y no a los demás. Eso es lo verdaderamente importante: lo que escribimos debe de gustarnos a nosotros y no a los demás.

Pase lo que pase, estudie lo que estudie y me digan lo que me digan seguiré, escribiendo. No por llegar a ser una gran escritora sino porque es lo que me gusta ser y porque es una de las cualidades que me definen y que me encantan de mí.