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Ahora mismo me tenéis delante del ordenador, sentada en la cama cruzada de rodillas y con un lápiz en la boca pensando cómo explicar lo que siento ahora mismo. 

No sé si estoy bien, no sé si estoy mal. Lo único que sé es que hoy quiero estar en casa, en la cama junto a libros, cuadernos y cualquier objeto donde pueda expresarme con palabras. Y sí, éste es uno de ellos.

Hay momentos en los que te sientes sola aunque estés rodeada de gente. Bueno, hoy es uno de esos días en los que yo me siento así. Puede ser por lo que me han comentado, puede ser que me haya despertado así o puede ser porque hoy simplemente me apetece escribir y me he "deprimido" con un libro precioso pero a la vez deprimente; y con la música. Debo deciros que la música y los libros es uno de los mundos más increíbles que he podido conocer.

Aunque haya distintos gustos sobre libros y música siempre van a ser dos mundos que estén conectado, o por lo menos para mí. Hay personas que se comunican por la música, otros por los libros y algunas por ambos. Pero eso no es de lo que quiero hablar hoy aquí, de lo que quiero hablar es de como me siento. Perdonadme, pero lo necesito. 

Hay veces que contarle a tu mejor amiga lo que te pasa no termina por desahogarte y necesitas algo más, necesitas saber que habrá personas desconocidas que te escucharán y te darán consejos y que tú harás lo mismo con ellos. ¿Nunca le habéis contado los problemas a un desconocido o a alguien con el que tenéis poco contacto? Yo sí, y la verdad que es algo que te libera totalmente. Te sientes mejor cuando alguien un poco mayor que tú escucha tus problemas (no trataban de amor) y te dice lo que piensa sin miedo a lo que pienses ya que no os conocéis.

Bueno, hoy debo deciros que para mí el día no es nada bueno y que espero que pronto mejore.

PD: Espero que vosotros estéis bien y gracias por escucharme

¿La música puede reflejarte a ti mismo?

La mayoría de personas tenemos una canción favorita, pero ¿por qué? Puede que sea porque nos identificamos especialmente con esa canción, puede que sea porque nos la dedicó alguien especial, puede que sea porque significa algo para ti y pueden ser por muchas razones, pero ¿por qué solo una? ¿Por qué no dos, tres o cuatro canciones?
Yo pienso que ninguna canción nos identifica al cien por cien. Puede que la situación sí, pero lo que sentimos o como somos no. Una canción puede reflejar tu rencor hacia alguien, puede reflejar lo que piensas sobre ti misma, puede reflejar tu relación pero nunca te reflejará a ti al cien por cien.
Y aquí viene la pregunta, ¿la música puede reflejarte a ti mismo? Sí, claro que puede reflejarte, pero lo hace al cien por cien cuando la o él que escribe la canción eres tú. Hay personas que cuando interpretan una canción lo hacen desde el corazón y es porque entienden la canción aparte de que les guste.
A lo que quiero llegar con esto, no hace tener una canción favorita, es más, deberían tenerse muchas canciones favoritas.
Pasa lo mismo con los cantantes, actrices, libros y todos los temas que se te ocurran. Habrá temas en los que sí, tendrás únicamente alguien o algo que te guste pero en otros te sentirás reflejado en varias personas y no solo en una.

Curso nuevo, cambios nuevos

No tiene nada que ver pasar de curso, repetir o el simple hecho de empezar un curso para hacer un cambio de alguien, pero a mí me apetecí tenerlo e incluso hay veces que necesitas un cambio aunque sea un pequeño.
Bueno, pues yo este curso lo necesitaba y tuve un cambio. Hice un cambio en el estilo de ropa, basta de tener miedo a vestir con lo que me gusta por lo que digan los demás eso sí, no voy a vestir como una cualquiera. Hice un cambio en el peinado, me cambié de flequillo y eso es una cosa extraña en mí.
A lo que quiero llegar con esto es a que un cambio no es malo si lo que hace es que seas tú mismo, pero a veces sí hay cambios que son drásticos y perjudiciales

Cosas que pasan

Es una tontería pero son cosas que pasan.
Hoy ya tenía los libros para el nuevo curso y tenía que colocarlos en los cajones. La cosa no es esa, la cosa es al abrir los cajones y tener que quitar todas las cosas de ellos porque no bastaba con uno o dos cajones para guardar los libros y cuadernos, no, necesitaba tres y cuatro cajones para hacerlo.
No tiene mucho sentido pero eso es la "cosa" que pasa.
Pasa que cuando era pequeña no necesitaba cajones para guardar los libros del colegio. Pasa que cuando tuve nueve años solo utilizaba un cajón para los cuadernos o en mi primer escritorio. Pasa que a partir de quinto tuve que utilizar dos cajones. Pasa que tuve que seguir haciéndolo hasta hoy, hasta este curso que tuve que sacar todo de los.tres o cuatro cajones y al sacarlas encontré cosas que creía perdidas (sí, soy un desastres con las cosas que tengo en los cajones pero no en todos).
Me senté en el suelo y comencé a mirarlas. Tuve que poner en una bolsa mis discos y una película, estuches llenos de cosas, cosas de mis ídolos y cosas que pueden servirme a lo largo de todo el ño y acabé un poco afectada porque había fotos de cuando era pequeña y estaba con mis antiguos compañeros, mis amigos de la infancia.
Una tontería pero algo curioso para mí

No cambian

Pase el tiempo que pase, digan lo que digan, las personas solo cambiamos a base de palos como dice el dicho. Y esa es la verdad
Nadie cambia su forma de ser, actuar, pensar o lo que hace acaso de que tenga un buen motivo para hacerlo y algunas de ellas no lo tienen.
Por eso mismo, llega el verano y todo parece que cambia pero vuelve el otoño y es lo mismo de siempre.
Las personas no cambian por el simple hecho de hacerlo y es algo que debemos saber

Termina un tiempo y comienza otro

Hace mucho tiempo, a mí parecer, que no escribo absolutamente nada en este blog y de hecho es la verdad. Sé que hay poca gente leyéndolo y a la gente que lo hace de verdad se lo agradezco pero a partir de ahora este blog va a dar un giro de tresciento sesenta grados porque voy a escribir exactamente lo que pienso sin miedo a que a algunos les siente mal o moleste.
Y sí, como dice el título de la entrada, el tiempo se acaba.
Se acaba el verano y con ellos los momentos de supuesto desfase que vivimos pero a la vez  comienza otro tiempo, el tiempo de volver a la supuesta rutina que para mí no lo es.
Os mentiría si os dijera que no tengo ganas de volver al colegio, porqye la verdad es que quiero volver al colegio, mi último curso en él.
El tiempo que se acaba es el tiempo de levantarse tarde, hacer el vago, salir todas las tardes, dejar los deberes y estudiar a un lado, ir a la piscina, salir por la noche (si nos dejan)...en sí, la diversión. Pero ahora llega otro tiempo, el tiempo de volver a la ciudad o pueblo y comenzar con lo que hacemos durante nueve meses del año. Volveremos, por lo menos yo, a estudiar, hacer deberes, trabajos, clases extraescolares...y a ponernos distintos objetivos.
Mis objetivos para este curso es simplemente conseguirme una beca para el año que viene y salir a hacer cualquier deporte y sociabilizar más. Tres objetivos que espero cumplir.
El verano termina y consigo empieza el otoño y una nueva etapa para todos.