lunes, 15 de julio de 2013

Querido Peter...

Querido amigo imaginario:
Sé que es un poco tarde, que hace años que ya no te tengo a mi lado porque mi imaginación ha "madurado" por llamarlo de alguna forma pero quería darte las gracias antes de que sea demasiado tarde. Cuando era pequeña y aún mi hermana no había nacido tú estabas ahí jugando conmigo a las barbies, en el parque, en la pequeña piscina de plástico de bola en mi casa o cuando me hacía pasar por jefa de departamento como lo es mi padre; quería darte las gracias por eso y por muchas cosas más. Gracias por jugar conmigo, por pertenecer a mi infancia (la etapa más bonita de toda mi vida), gracias por hacer que mi madre se riera cuando pensaba que te tenía a mi lado; casi todos hemos tenido un amigo imaginario cuando teníamos cuatro años y yo te tuve a ti. Gracias por hacer que cuando era una niña pequeña (aunque aún muy en el fondo lo siga siendo) fuera feliz junto a ti en las tardes que me aburría. Sé que estoy creciendo, que dentro de unos meses cumplo años y que las responsabilidades se van sumando, sé que me quedan pocos años para ser mayor de edad. Sí, mi madre me dice que no me adelante a los hechos pero es que la puta realidad es que un año se me ha pasado volando y de mi colegio se han ido dos personas importantes, ¿qué va a pasar cuando todos nos separemos al acabar el curso que viene?, ¿qué va a pasar conmigo? Yo soy una persona tímida, retraída al principio con la gente que no conozco, ¿cómo voy a integrarme en un nuevo grupo? ¿cómo? porque la realidad es que no lo sé. Sé que ahora mismo no debería pensar en esto, que debería estar saliendo con mis amigos por ser verano pero acabo de llegar de un viaje en coche hace unas horas y lo único que me apetece es desahogarme escribiendo y una de las cosas que he escrito es para ti, querido amigo imaginario.
Muchos pueden pensar que es una tontería escribirle a alguien que no existe, que fue una "tontería" de la infancia de cuando éramos unos críos pero la realidad es que ahora y siempre seremos unos críos, incluso los adultos lo son. No quiero crecer porque se sumarán poco a poco o de repente la obligaciones y más importante aún, las responsabilidades. Tendré que pensar en un trabajo para pagar mis estudios universitarios, estudiar, querer independizarme, familia, relaciones amorosas... y muchas cosas más pero bueno ni quiero agobiarte ni quiero agobiarme por cosas que aún no van a pasar como dice mi madre.
En resumen, gracias querido amigo imaginario. Gracias por todas esas noches en vela cuando me acompañabas mientras lloraba en mi habitación y dejaba la almohada mojada, tú fuiste el único que me escuchaste y me escucharás pero después de esto tengo una cosa clara aunque no venga a cuento. Me ha quedado claro que no debo anticipar las cosas y que debo disfrutar la adolescencia que me queda por vivir.
Gracias, Peter.
Siempre te querré

No hay comentarios:

Publicar un comentario