lunes, 6 de mayo de 2013

Estadísticas

Hoy, en clase de matemáticas, hemos visto el último apartado de las estadísticas y trataba sobre si  una función era continua o discontinua y creciente o decreciente. Los que lean esto, si hay gente que lo lee, estarán pensando que por qué estoy hablando sobre esto precisamente en un blog que hago por desahogarme, pues bien, lo hago porque me parece que mi sueño se basa en eso, en estadísticas. Una persona puede escribir porque le guste y no enseñarlo a nadie ni publicarlo en un blog (como yo hacía antes) y puede estar contento con lo que escribe, en cambio, personas más valiente por así decirlo deciden probar suerte y publicar lo que escriben en un blog o enseñárselo a las personas que más confianza tienen. Yo, al principio, era de esas personas que no se lo enseñaba a nadie y ni siquiera sus padres saben que escribe pero por alguna razón decidí enseñárselo a mis amigos más cercanos (tres) y publicar este blog de entradas haber que tal me iba y sinceramente, no sé si hice bien o no pero por lo menos me desahogo y no corro el riesgo de que mi hermana pequeña, algo que se cuele por la ventana, el viento o un descuido haga que lo tire pero una cosa sí que pienso que es verdad y esa es que los libros se basan en las estadísticas. Los libros que más llaman la atención son los que más personas han leído o los que tienen película mientras que los libros que son menos llamativos, por decirlo de alguna manera, pasan más desapercibidos o directamente se venden poco. ¿Sabéis? Eso a un escritor le duele. Le duele ver que lo que ama no sale a flote y que no gusta pero siempre habrá gente que le diga: "La vida es así, prueba con otra cosa"
A mí digan lo que me digan seguiré escribiendo, guste o no a la gente lo que escribo y pasaré de las estadísticas desde hoy.

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